Proyecto: R3 Centro de Terapia Activa
Arquitectura: Gabriel Gomera, Rubén Paez
Ubicación: Manresa, España
Fotografía: Laura Villaplana
R3 es un centro de recuperación activa, mantenimiento y mejora de la condición física para deportistas.
Con una superficie de 230 m2 el programa acoge una zona de acceso y recepción, un núcleo central de servicios (vestuarios, baños y almacenaje) y diferentes salas de actividades y entrenamiento. El espacio existente, situado en una planta baja de un edificio de viviendas, se estructura con una retícula de pilares de hormigón que en todo momento definen un orden tanto interior como en fachada.
La economía de recursos marca claramente el planteamiento de la propuesta buscando soluciones sencillas, específicas y polivalentes para las necesidades básicas del programa, vestidores y servicios, iluminación o almacenamiento, que dialogarán con los elementos preexistentes como la estructura desnuda de pilares, o las visuales exteriores de árboles o espacios abiertos al cielo, sacando el máximo partido de éstos. El aire, la luz y el color, como elementos abundantes, esenciales y económicos pasarán a ser los principales protagonistas.
AIRE
Sensación exterior. La práctica del deporte al aire libre tiene, en la luz, el sol y el aire unos aliados que alimentan la sensación de libertad, y que en un espacio interior desaparece. El proyecto quiere recuperar esa sensación exterior introduciendo el sol, la luz natural y las visuales del contexto en el interior, minimizando tanto la intervención como los cerramientos, compactando los servicios y liberando al máximo el espacio. A través de las sombras y reflejos que producen el cristal y los espejos utilizados como filtros, aumenta la circulación de la luz y las visuales, invitando al usuario a moverse libremente por un espacio abierto, flexible y transparente sin renunciar a la calidez y confort de un interior.
LUZ
La luz natural como elemento cambiante está presente des de que sale es sol hasta el anochecer. Las grandes superficies vidriadas expuestas al exterior hacen que en el interior del centro exista una luminosidad vacilante que vibra con los colores y los materiales utilizados. La materialidad de la luz crece y varia durante el día y se hace tangible trazando líneas invisibles y ideales, acentuando las formas y las sombras, articulando las variaciones de cada una de las salas interiores dotándolas de carácter propio.
La luz artificial se complementa con un techo parcialmente abierto de elementos circulares, “platillos”, que alojan un sistema de iluminación artificial indirecto, a la vez que permiten ocultar el resto de instalaciones. La distribución de éstos “platillos” se hace de manera fluida y orgánica, difuminando los límites perimetrales del techo. La luz artificial indirecta permite alargar las horas de luz natural y hacer que la transición del dia a la noche no se haga de una manera brusca, sino pausada y progresiva.
COLOR
Color y material el color se convierte en un elemento esencial del espacio con tal de transmitir la experiencia sensorial de la actividad física. Los colores y las texturas de los materiales cambian según la sensación que necesita el espacio. El color amarillo y la flexibilidad del linóleum, así como la madera en el suelo se colocan en espacios donde el cuerpo tiene contacto directo. La cerámica esmaltada gris y la madera revisten los espacios cerrados enfatizando un recogimiento, y el color blanco general de los espacios actúa como soporte neutro y transformable donde reflejar la luz.
Color y luz en un segundo nivel, se trabaja el color a través de la luz, mas allá de utilizarlo como elemento ornamental, se convierte en un instrumento expresivo con una calidad psicológica-sensible. La vibración de los diferentes colores se convierte en un soporte y estímulo en la práctica del deporte, y otras prácticas para la recuperación activa de lesiones. El color se utiliza por su capacidad de relajar o activar y juntamente al estímulo de los otros sentidos permite trabajar un factor emocional en las diferentes actividades que se realizan en el centro.
Difusión de límites, búsqueda de libertad. Estímulo de los sentidos, conexión con la mente, el cuerpo y el alma. Atmósfera de apertura y expansión, también de recogimiento y relajación. Espacio como membrana sensible, que vibra. Espacio cambiante, emisor y receptor.