Proyecto: Instituto Metropolitano de Diseño
Arquitectura: Mauricio González González
Ubicación: Quito, Ecuador
Equipo Diseño: Jorge Huilcapi, Johann Pérez, David Cuenca
Construcción: Mauricio González, Francisco Gonzalez, Jorge Huilcapi, Johann Pérez
Área: 1,150.00 m2
Año: 2014
Fotografía: Gabriel González
El instituto Metropolitano de Diseño está ubicado en el barrio de La Vicentina, en el centro norte de Quito, se emplaza en un amplio terreno en el cual existe una casa de los años 50 y a esta se han incorporado una serie de edificios de diversa calidad arquitectónica y en diferentes épocas de la vida de la institución para dar cabida al crecimiento continuo de estudiantes. Ante este panorama, la propuesta procura generar orden y jerarquías adecuadas además de unificar bajo el mismo lenguaje las edificaciones existentes y las nuevas construcciones.
Partido arquitectónico
Después del estudio de la situación física actual de las edificaciones así como del análisis funcional, la cotidianidad y actividad propia de la institución educativa y de la relación del instituto con su contexto se llegó a la conclusión de que el proyecto debería respetar esta diversidad y dar una respuesta que tome en cuenta estos aspectos, por lo que si bien la clarificación espacial y la generación de áreas jerárquicas que faciliten la orientación dentro del campus era una de la obligaciones de la propuesta, se decidió por un lado que se respetarían y de ser posible reciclarían, el mayor número de elementos existentes (edificaciones, vegetación, actividades, flujos de circulación, etc.) y por el otro se decidió la utilización de un lenguaje arquitectónico contemporáneo pero a la vez complejo, que como resultante además genere la identidad de una “institución dedicada al diseño”.
Descripción de la propuesta
La primera decisión de diseño fue la liberación de una serie de construcciones de carácter temporal en la planta baja, componentes que en algunos casos se convertían en impostas patológicas de la casa original (cuya calidad arquitectónica es rescatable) y en otras eran elementos sofocantes del espacio, que además contribuían a la generación de áreas difícil comprensión. En lugar de estas edificaciones se dio paso a dos plazoletas cubiertas, la primera rescata un muro arcado que sirve de área de acceso y distribución principal, y en la otra, más grande, se crea el espacio social más importante del conjunto ya que colinda en el lado oriental con la primera edificación reciclada que alberga un comedor, la cocina, el bar y las baterías sanitarias, por el lado norte con otra edificación rehabilitada que contiene un taller de diseño industrial y por un bloque de aulas en el lado occidental.
En la segunda planta (sobre el bloque existente del bar) se desarrolla una plazoleta abierta en la que se aprovecha la diferencia de niveles para incluir nueva vegetación y generar áreas de reunión al aire libre. Junto a esta se propone un nuevo bloque de aulas resuelto en dos plantas que contiene además un laboratorio de fotografía y oficinas para profesores, bodegas y baterías sanitarias.
La utilización de elementos como celosías de madera, las estructuras de hormigón a la vista o de metal pintado, grandes vanos de cristal arenado, carpintería y pasamanería metálica pintada de diferentes colores, diferentes tipos de recubrimiento en pisos y paredes, contribuyen a generar la sensación de que el edificio está resuelto en varias capas y por lo tanto acentúa el efecto de complejidad originalmente buscado.