Proyecto: Edificio Gasco
Autor: Izquierdo Lehmann Arquitectos
Luis Izquierdo W.
Antonia Lehmann S.B.
Arquitecto Asociado: Hernán Rodríguez V.
Colaborador: Alberto Rodríguez Cano.
Localización: Santiago, Chile
Calculista: Demetrio y Gonzalo Concha
Constructora: Constructoras Mykonos, Belfi y Enrique Rawlins
Superficie Terreno: 1.850,66 m2
Superficie Construcción: 5.037,81 m2 + 4.074,27 m2 subterráneos
Proyecto: 1998
Construcción: 1999
En enero de 1994 recibimos el encargo de proyectar las oficinas centrales de la Compañía de Consumidores de Gas de Santiago, GASCO, hoy la sociedad anónima más antigua de Chile. Esta nueva sede, que era necesitada con premura en un momento de crecimiento y transformación de la empresa, se había resuelto construir en el mismo terreno donde la empresa operaba desde sus inicios hasta ese entonces, lugar en que se encontraba mal instalada en edificaciones diversas agregadas sucesivamente a partir de una vieja casona en calle Santo Domingo. Esta casa debía conservarse como su emblema tradicional y permanecer en esa dirección a pesar de encontrarse en un sector del centro que había venido deteriorándose progresivamente, por lo menos hasta que intervenciones urbanas recientes como la del Centro Cultural Mapocho, junto al Parque de los Reyes y la erradicación de la Cárcel, pudiesen dar sus frutos de renovación. La propiedad constaba de dos lotes colindantes que entre ambos atravesaban la manzana: Uno por Santo Domingo, cuyo frente estaba ocupado en todo su ancho por los dos pisos de la mencionada casona, destinados el primero a locales comerciales y el segundo a las oficinas de la Dirección de la Empresa, con acceso a través de un zaguán que lo cruzaba para llegar a un hall de recepción rodeado por un desordenado conjunto de construcciones mas ligeras para oficinas, algunas ciegas y otras abiertas a pequeños patios de luz. El otro lote daba a calle Rosas y tenía también una casa de dos pisos al frente, pero de inferior valor arquitectónico, que había sido varias veces intervenida para habilitarla como oficina, tras la cual había a continuación un galpón para estacionamiento de autos y al fondo un edificio de cuatro pisos bastante sólido, con una estructura de marcos rígidos de hormigón armado.
El programa requerido cabía en la antigua casona con 775 m2, más un edificio nuevo con 3000 m2 de oficinas con planta libre, a construirse adyacente con el mismo sitio de calle Santo Domingo.
A fin de disponer del terreno para la obra nueva, hubo de trasladarse el personal que lo ocupaba a las edificaciones que había en el sitio vecino con entrada por calle Rosas, lo cual implicó una etapa preliminar de reordenamiento y ampliación de las construcciones allí existentes para aumentar su capacidad de oficinas. La siguiente etapa correspondiente a la obra definitiva, que consistiría en la restauración de la casona, de cuya dirección se ocupó el arquitecto Hernán Rodríguez V., y del edificio nuevo de oficinas a construirse detrás, a cargo de los arquitectos Izquierdo y Lehmann.
La casona data de comienzos del S. XX y fue proyectada para la compañía por un arquitecto no identificado, con elementos neo-renacentistas y art-nouveau, Tiene dos pisos de gran altura y crujía simple, con una fachada simétrica donde destaca una portada de piedra en el eje, que da acceso a un zaguán que entrega a una galería abierta a lo que fue un patio interior, en el lado norte, cuya fachada se había desdibujado tras la ejecución de obras adosadas. Construido al margen del orden simétrico del edificio, contra el deslinde oriente, hay un cuerpo angosto con el acceso de servicio a lo que antes habían sido cocheras. Los trabajos de restauración de este edificio buscaron devolverle la inicial prestancia a su arquitectura, restituyendo el probable orden original a sus plantas, limpiando su fachada de elementos agregados, reforzando su estructura y reacondicionando sus instalaciones eléctricas, sanitarias y de climatización. En el lado oriente de la galería se le agregó una escalera copiada simétrica a la existente con el lado poniente. Se mantuvieron ubicadas en el segundo piso las oficinas del Presidente, la Sala de Reuniones del Directorio, el Salón y el Comedor, que fueron redistribuidos y refaccionados. El cuerpo anexo de servicio se rehizo para incluir una cocina y un ascensor.
El terreno que se despejó detrás de la casona mide 48 m. de largo por 29 m. de ancho. Aprovechando la posibilidad que entrega la normativa de construir adosándose en toda la longitud de los deslindes, y dada la altura entre pisos de 5,40 m. de la casa existente, el edificio nuevo se proyectó en tres pisos de 2,88 m. de alto, (dejando el primero un par de gradas bajo el nivel del acceso existente y el tercero calzado con el segundo de la casona, más una mezanina intercalada coincidente con el descanso de sus escaleras), y plantas en forma de U conformando un espacio interior de 11 X 31 m., cuya circulación, de recorrido abierto sobre este vacío central, se completa con la inclusión del tramo correspondiente a la galería de la casona. El cuerpo de servicio existente se prolongó a todo el margen oriente del terreno para albergar las escaleras secundarias, ascensores y bodegas de archivo necesarias, dejando centrada la nave de oficinas respecto del eje definido por el zaguán de acceso, que ahora entrega directamente al espacio mayor configurado por el nuevo edificio. En la ubicación opuesta a los vértices del rectángulo de la planta donde están las escaleras antiguas se colocaron otro par de nuevas escaleras, rematando la visión frontal del hall junto con el gran marco compuesto por los núcleos de baños y ductos, que sostienen el puente con las instalaciones mecánicas para la climatización del edificio. La simetría de la composición queda remarcada por la lucarna central en el eje norte-sur del espacio central, dejando caer una oscilante franja de sol directo sobre el piso de granito gris y la trama vertical de troncos de bambú del jardín del hall. Los planos del cielo raso de este espacio central se abatieron levantándose en los costados para abrir ventanas corridas cuya luz rasante acentuara la levedad del vuelo de sus alas. También se dejaron entradas de sol rasante sobre los muros perimetrales del edificio y se separaron de ellos los planos horizontales de los pisos, para dejarlos suspendidos en el espacio mayor de la caja luminosa que ellos delimitan, además de permitir que las oficinas, ya fueran cerradas con vidrio o abiertas por sus costados, recibieran luz natural por dos frentes. El doble frente abierto de luz es mayor en el tramo central de las plantas cuya crujía es más profunda. Estas se abren a un patio trasero con cubierta de cristal, plantado con un tupido jardín, interpuesto ante el edificio existente en el sitio colindante con acceso por calle Rosas, que también queda con ventanas dando a este espacio. Este patio facilita la libre disponibilidad de la propiedad vecina, para que sin afectar al nuevo edificio, pueda eventualmente enajenarse o dejarse para la futura expansión de la empresa.
Atendiendo a la reducida altura de pisos, la rapidez de construcción y la deseada ligereza arquitectónica, proyectamos el nuevo edificio con pilares, envigados de pisos y cerchas de techumbre en acero, dejando esta estructura metálica inscrita en una caja perimetral hecha con muros de hormigón armado. Las estructuras de acero y la de hormigón se dejaron expuestas. Los elementos metálicos se pintaron para la protección contra incendios, de color blanco. Los pasillos de circulación levantados sobre el hall central se hicieron con pisos de bloques de vidrio para que fueran translúcidos.
Si bien, el edificio nuevo se ciñe en planta al orden composicional simétrico preestablecido por la vieja casona, proyectándolo al interior del sitio, su materialización arquitectónica, con su desnudez constructiva y su tratamiento de la luz, son decididamente modernos. Se establece así un empalme contrapuesto de tradición e innovación, que busca caracterizar la identidad corporativa de la empresa.
Estando el proyecto terminado y en curso de licitación, se nos pidió ampliarlo soterrando bajo suelo tres pisos destinados a estacionamientos de autos, que pudieron incluirse sin modificar mayormente las plantas altas, debido a la afortunada coincidencia de las distancias contempladas entre pilares con la modulación requerida en los pisos subterráneos para su adecuado funcionamiento. Se accedió a los estacionamientos desde calle Rosas.
NOTA: La ubicación geográfica de esta obra no es exacta y tan solo representa su localización en la macro escala. Si conoces la localizacion exacta, puedes colaborar con arquiTOUR y hacernosla llegar a través del formulario de contacto.