Proyecto: Conolove
Arquitectos: Oficina Informal
Ubicación: Bogotá, Colombia
Área: 125.0 m2
Año Proyecto: 2013
Diseño: Antonio Yemail
Construcción: Antonio Yemail
Colaborador: Juan Camilo Anzola
Sistema Gráfico: María Andrea Santos, Diego García
Intervención Colores: Andrés Kal
Intervención Vegetal: Victoria Jardines (Daniel Bernal)
Fotografía: Santiago Pinyol
Conolove es un restaurante de pequeño formato que ocupa parte de una vivienda de tipo colonial ubicada en un sector de conservación arquitectónica en el Sector de las Aguas en Bogotá.
El último Urapán
Dentro del reconocimiento de la vivienda existente y su entorno inmediato identificamos un árbol de Urapán de 20 metros de alto y sombra prominente como el argumento principal del proyecto, dado que la mezcla entre la presión que su raíz ejerce al pavimento y la pobre calidad del suelo (arcilla expansiva) han resultado en la virtual extinción de esta especie en el paisaje bogotano. Enfrentarse a su presencia al salir del local y poder observar el movimiento de su follaje desde el interior del espacio son acontecimientos que buscamos amplificar a través de la recuperación de la marquesina del espacio central y la reubicación de los elementos arquitectónicos que obstruyen el eje que marca el acceso.
Intervención crítica
Exclusivamente la fachada de la vivienda está reconocida bajo la figura de conservación arquitectónica, razón por la cual el interior ha perdido su valores espaciales con la sucesión de adecuaciones, ampliaciones y subdivisiones de las que ha sido objeto en el tiempo. Como criterio de trabajo buscamos liberar capas de información y descubrir el espacio en su forma más elemental a través de demoliciones especificas como el muro entre el mezzanine y el vacío, una columna en concreto en el zaguán y la división con el resto de la casa.
Licuar el tiempo
Nuestra operación en el espacio está enmarcada en los principios básicos de circular y contener. Por un lado instalamos una escalara de caracol que libera el salón principal y conecta con el mezzanine, así como una plataforma que salva los cambios de nivel interior y permite un paso continuo. Por otro lado, construimos una estructura acristalada de doble altura que separa el local del resto de la vivienda sin perder iluminación y una serie de estructuras curvadas que conforman el espacio de acceso y la zona de cocina y trabajo. En la geometría curvilínea existe una posibilidad de identificar los elementos que corresponden a la nueva adecuación, pero de forma contraria el uso del color en varios planos, los materiales tradicionales y los revestimientos translucidos buscan tejer los espacios y licuar el tiempo y sus residuos en una sola arquitectura.
Materiales atemporal
Buscamos el uso de materiales que propicien el dialogo entre los diversos estilos presentes en el conjunto a través de dos estrategias: la continuidad y el contraste. La madera en parquet instalada en espina de pescado, las tabletas hexagonales de gres, los mesones en madera de Flor morado y los vidrios martillados son una interpretación del estilo tradicional Bogotano y atienden una intención de neutralidad. Por otro lado en los espacios contenidos y las divisiones hemos actuado por contraste implementado el uso de patrones gráficos, materiales metálicos y colores que representan el espíritu del nuevo programa que alberga.
Un pequeño paisaje
Hemos utilizado el cambio de nivel existente en el salón para plantar un árbol de Yarumo en el corazón del proyecto. Esta especie nativa de rápido de crecimiento y hojas de gran tamaño aumenta la sensación de verticalidad, propicia sombra y junto a una líneas de materas con Philodendros sobre bandejas metálicas constituyen un paisaje blando e inesperado en el interior.