Proyecto: Colegio SDS-AD
Arquitectura: Obranegra Arquitectos
Ubicación: Medellín, Antioquia, Colombia
Colaboradores: Juan Camilo Llano, Alejandro Ochoa, Carlos Andrés Holguín, Felipe Campuzano
Área: 7,500 m2
Año: 2008
Fotografía: Isaac Ramírez, Sergio Gómez, Alejandro Arango, Alfonso Posada, Carlos Pardo, Luis Adriano Ramírez
Este Colegio se encuentra localizado en la ladera Nororiental de Medellín, en el barrio Santo Domingo Savio, hasta hace muy poco tiempo una de las zonas periféricas más deprimidas y violentas de la ciudad, debido a la falta de inversión social.
Este Colegio hace parte del programa “Medellín la más educada” promovido por el alcalde Sergio Fajardo (2004 - 2007), y consistía en mejorar la calidad de la educación pública, ampliando la infraestructura escolar en los barrios de menor cobertura y por medio de estos espacios, contribuir al encuentro ciudadano. Para lo cual se propuso la adecuación de 132 instituciones educativas existentes y la construcción de 10 nuevos colegios. Este programa fue ejecutado bajo la dirección de la empresa de desarrollo urbano EDU quien selecciono a 10 arquitectos teniendo en cuenta su trayectoria profesional.
A partir de la construcción del metro cable en el año 2003, se inició un proceso de intervención urbana y de transformación social que luego se aplicaría en otras zonas deprimidas de la ciudad. Se dio comienzo a la recuperación del espacio público y de las cuencas hídricas. Se reubicaron viviendas y se construyeron puentes entre barrios que anteriormente vivían en conflicto, así como equipamientos deportivos y educativos como el parque biblioteca España y el colegio Antonio Derka entre otros.
La idea central de este proyecto surge de la decisión de encontrar una respuesta sensata a las necesidades del lugar. Nos interesaba crear un edificio que fuera amable y familiar para la comunidad, por tal motivo decidimos reinterpretar algunos elementos de su propia arquitectura, como las terrazas, balcones, los intersticios entre las viviendas y las calles escalonadas, los cuales se encargaron de darle significado al proyecto.
En un lote sin construir, localizado entre dos colegios existentes, se nos encargó diseñar un nuevo edificio que debía integrarlos entre si y vincularlos a la estructura urbana, utilizando el concepto de “escuela abierta”, el cual consistía en desvanecer los límites físicos y mentales de los colegios, mediante una intervención urbana y arquitectónica abierta, que lograra convertirlos en centros de actividad cultural, recreativa, educativa y en referentes urbanos que promovieran la integración de toda la comunidad.
El lote a intervenir tenía un área de 13.000 M2, una forma irregular, y una topografía con 35% de pendiente que aunque hacia más compleja cualquier construcción, presentaba una condición privilegiada de mirador natural en relación con la ciudad y sus montañas. Al lote solo se podía entrar descendiendo, desde una vía que pasa por el costado sur y sirve de conexión con la centralidad del barrio ubicada a unos 500 metros aproximadamente. Como preexistencias encontramos unos senderos peatonales que atravesaban el lote y eran utilizados por los vecinos para salir o entrar al barrio La Torre ubicado en la parte baja del lote.
Encontramos que debido a la falta de planeación urbana y a la fuerte topografía, estos barrios carecen de espacios públicos representativos, por tal motivo propusimos convertir la cubierta del colegio en un gran espacio público o Plaza Mirador de 3.900 m2 que se convirtiera en un lugar de encuentro y de intercambio de valores entre las personas, un espacio que fuera capaz de transformar el comportamiento y la manera de relacionarse en comunidad.
La geometría del lote define la planta en “L” del edificio de la cual se genera un patio abierto al paisaje donde se desarrollan todas las actividades cívicas, recreativas y deportivas del colegio. El volumen principal que contiene la plaza mirador y las aulas, se convierte en una nueva geografía habitable que transforma la manera de relacionarse con el paisaje lejano de la ciudad. Al elevarse del suelo, aparecen por debajo del volumen recorridos transversales que facilitan la conexión peatonal entre los dos colegios existentes.
El acceso al colegio se hace descendiendo por una calle escalonada, que además de articular todos los niveles del edificio, logra conservar la conexión preexistente con el barrio La Torre. Sobre la plaza – mirador aparece una caja metálica que contiene el Aula Múltiple del colegio, la cual puede ser utilizada por la comunidad para cualquier tipo de eventos sin que las actividades académicas se vean interrumpidas. Aprovechando los 500 m2 de sombra que produce este volumen propusimos debajo 3 locales comerciales (no construidos hasta el momento) con la intención de garantizar actividad permanente en la plaza.
Como sucede en todo el barrio, el paisaje natural o urbano se convierte en un referente obligado en todos los recorridos, plazas, intersticios, aulas y especialmente en sus balcones que se abren al paisaje a través de unos elementos verticales de madera laminada que actúan como filtros para minimizar el impacto del medio ambiente (asoleamiento, lluvia, vientos etc.), y además le dan calidez y unidad formal al edificio.
“La singularidad del proyecto arquitectónico radica en su capacidad de propiciar espacios para el encuentro y el dialogo, permitiendo estar en contacto permanente con el paisaje y la ciudad en cada una de las estancias y recorridos del edificio”.
NOTA: La ubicación geográfica de esta obra no es exacta y tan solo representa su localización en la macro escala. Si conoces la localizacion exacta, puedes colaborar con arquiTOUR y hacérnosla llegar a través del formulario de contacto.