Proyecto: Casa Shelly
Autor: ColectivoMX
Director de proyecto: Javier Gutiérrez Toscano
Equipo de diseño: Antonio Plá, Fátima Chavarría, Ulrike Margull
Localización: Cabo del Este, Baja California Sur, México
Ingeniería estructural e instalaciones: Gerson Huerta
Construcción: ColectivoMX
Superficie: 312 m2
Costo: 280,000 USD
Fecha de Proyecto: 2008
Cliente: David y Shelly Martínez.
Fotografías: ColectivoMX, David Martínez.
Localizada a 20 minutos de San José del Cabo, dentro del fraccionamiento Laguna Hills en Cabo del Este, se encuentra la Casa Shelly. Para la suerte de ColectivoMX, Laguna Hills es uno de los desarrollos detonados antes del “boom” inmobiliario de Los Cabos, por lo que la infraestructura se redujo a lotificación, caminos de tierra y vegetación endémica. Gracias a esto, el fraccionamiento mantiene el activo principal de la zona: su belleza natural.
Las necesidades iniciales del cliente, un excelente fotógrafo y sorteador de olas, se acercaban a la estética y tratamiento urbano que buscábamos desde hace tiempo plasmar en la Baja. Sus requisitos principales - el menor consumo de energía y agua, mantenimiento mínimo y ahorro económico - aunados a los nuestros - respetar la vegetación endémica, mínima contaminación durante el proceso de obra, utilización de mano de obra y materiales locales, así como el uso de ventilación natural – fueron la base para que se ideara un proyecto que sólo utilizara 5 materiales producidos en la zona (cemento, acero, madera, aluminio y vidrio) y que las directrices del diseño fueran el sol y el aire.
La casa se encuentra ubicada sobre el lado sur de la montaña con una vista franca hacia el Mar de Cortés. El amigable clima y la escasez de lluvia permiten que el exterior sea parte integral de la vida diaria, por lo que se decidió darle independencia a los espacios y en consecuencia, a los usuarios. 3 volúmenes independientes y dos conexiones verticales, una techada y otra descubierta, integran el partido arquitectónico.
El volumen principal de 2 niveles está conformado por sala, comedor, cocina, baño, bodega y lavado en la planta baja y recámara principal con baño en la planta alta. La conexión de los espacios se da a través de una escalera ubicada de manera independiente a ambos niveles y protegida del exterior por una celosía, la cual obliga a la interacción con el medio ambiente. La sala comedor y cocina se integran en un solo espacio con la idea de uso informal.
La vista, esencial para el espacio pero con mala orientación, se protegió al añadir una gran visera que conecta el volumen principal con la piscina. En la planta alta, esta misma extiende el espacio habitable y da lugar a una regadera exterior y a un asoleadero que da la sensación de flotar sobre la vegetación. Para los volúmenes de la planta baja, se tomó en cuenta el contacto con el terreno. La escalera que los conecta es un recorrido a cielo abierto y se aprovechó la articulación que les da acceso para crear un patio que incita al descanso de tan protagonista vista. Durante los movimientos de tierra, lo que se vislumbraba como una pequeña piedra acabó siendo el complemento ideal para dicho espacio.
Uno de los cuartos sirve como contención tanto de la piscina como de la terraza superior y a la vez, su techo funciona como sala de estar exterior. Por su ubicación en el proyecto, la circulación cruzada de aire se resolvió con una chimenea de viento que trabaja por las diferencias de temperatura. Esta misma habitación, sólo recibía iluminación filtrada por la copa de los arboles; por consiguiente, se aprovechó la ubicación contigua a la piscina para crear una ventana y así añadir luz, que tamizada por el agua, crea un efecto de movimiento constante. Esta ventana ha sido el vehículo para tomar fotografías memorables debajo del agua.
Con la idea de bajo mantenimiento, el exterior se terminó en pulido de cemento con color integral, que envejece con la casa y la protege del agua. El interior es yeso pintado en blanco, el resto madera, cemento pulido, cristal transparente y aluminio natural. Como parte del compromiso que tienen el cliente y Colectivo MX con la ecología, la casa cuenta con reutilización de aguas grises para riego, celdas solares para energía eléctrica, un generador de gas para emergencia y piscina de agua salada manejadapor paneles solares y ventiladores.
El proyecto ha tenido gran aceptación entre sus vecinos y el gremio arquitectónico. El jurado de la X Bienal de Arquitectura, la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana, la Academia Nacional de Arquitectura y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes acordó asignar a “Casa Shelly” la medalla de plata como la mejor en su categoría.
ColectivoMX espera que proyectos como éste ayuden a detonar el consumo pasivo de energía en las casas de fin de semana en la península, a abrir los ojos a los nuevos desarrolladores, así como un camino para una nueva generación de arquitectos que estén comprometidos con su oficio y con su entorno.
NOTA: La ubicación geográfica de esta obra no es exacta y tan solo representa su localización en la macro escala. Si conoces la localizacion exacta, puedes colaborar con arquiTOUR y hacernosla llegar a través del formulario de contacto.