Proyecto: Casa Puerto del Aire
Arquitectura: Extracto, Arte, Arquitectura y Diseño SRL de CV
Arq. Vanessa Patiño
Arq. Robert Duarte
Ubicación: Veracruz, México
Colaboradores: Arq. Oscar Islas, Arq. Alexia Villar, Alejandra Martínez, Arq. Paulina Jiménez, Arq. Maricela Oliva
Realización: 2012 – 2013
Superficie de Construcción: 1,100 m2
Madera: Tábula
Mármoles: Francisco Puente
Fotografía: Luis Gordoa.
Casa Puerto del aire está situada en el límite entre Puebla y Veracruz. Es un rancho cinegético de venados con una extensión de 70 hectáreas. La casa se ubica en la única planicie que tiene el rancho, con una extensión de 3 hectáreas totalmente deforestada pero con vistas privilegiadas al pico de Orizaba.
Por este motivo como parte del proyecto se realizó un trabajo importante de arquitectura de paisaje creando también un lago artificial que sirve de depósito de agua en tiempo de lluvias y el resto del año para riego de estas 3 hectáreas.
El lago se concibió como una gran olla de barro, ya que el terreno es arcilloso y permitía con el tratamiento adecuado no tener que utilizar membranas o aditivos. Dadas las condiciones climáticas y la situación del terreno, que contaba con vistas a 360 grados, surge la idea de una planta en forma de cruz que creara vistas largas hacia los cuatro puntos cardinales.
La cruz se enfatiza con dos muros de piedra de la zona, labrada y de 6 metros de altura, a los que se adosan los volúmenes de madera. Como su nombre lo indica Puerto del aire es un lugar con mucho viento, por lo que los muros de piedra sirven también para cortar y disminuir los embates de éste último elemento.
Decidimos utilizar un sistema constructivo de madera de cedro en muros, pisos y techos en el área privada de la casa al igual que en el área de juegos y comedor logrando así una sensación acogedora, como de cabaña. En el área de cruce de los volúmenes se encuentra el vestíbulo de acceso y estancia; en esta área hicimos un cambio de pavimento utilizando piedra caliza con el fin de enfatizar la idea de planta en cruz haciendo distinción entre las diferentes zonas de la casa.
El programa arquitectónico consta de 5 recámaras, 5 baños, toilet, cuarto de tv, estancia, comedor, área de asador, cuarto de juegos, jacuzzi, cocina, área de servicio y garage así como un mirador en la parte alta del lago. La iluminación se trabajó de una manera muy particular sobre todo en muros y pasillos para enfatizar los materiales.
Las dos partes más importantes de Puerto del Aire fueron, la planta arquitectónica en cruz, y el lugar en donde se desplanta la casa. La historia detrás del dibujo del emplazamiento surgió cuando se marcó con una x el lugar donde debía ir la casa. Ese gesto se impregnó después en el dibujo mismo de la edificación. El lugar es un sitio en donde se hace un microclima entre Puebla y Veracruz, montañoso y con muchísimo viento. De ahí su nombre “Puerto del Aire”.
El día puede estar perfectamente azul y en abrir y cerrar de ojos una cortina de neblina irrumpe cubriendo todo el lugar. Esto llevó a pensar en los materiales para la construcción. Naturalmente la madera era el elemento que permitía darle calidez y cobijo para mitigar esos momentos de neblina y viento. Ésta idea se lleva al extremo al recubrir de piso a techo toda la casa. La madera tiene una secuencia cuidada en cada esquina y cada detalle.
La piedra, recogida del mismo lugar, recubre las paredes exteriores. La casa se divide en dos partes; del lado izquierdo la parte privada de las habitaciones y del lado derecho la parte común y lúdica: cocina, sala, comedor, sala de juegos y jacuzzi. La entrada recibe con un gran pozo de fuego para abrigarse del clima. El diseño del jardín también fue parte vertebral del proyecto. Todos los espacios de la casa tienen una vista única del jardín.
Para no interrumpir visualmente lo que en vegetación y vista otorga el sitio por sí solo, el diseño y la elección de plantas tuvo que ver con la recolección y replantación de especies autóctonas circundantes del lugar, privilegiando un bosque de encinos endémicos majestuosos. La jardinería exige un cuidado especial por los depredadores naturales del lugar; los venados no tienen piedad y se lo devoran todo. La transición entre el jardín y el bosque es entonces un gesto sutil.
NOTA: La ubicación geográfica de esta obra no es exacta y tan solo representa su localización en la macro escala. Si conoces la localizacion exacta, puedes colaborar con arquiTOUR y hacérnosla llegar a través del formulario de contacto.