Proyecto: Bodega Institucional de la Grajera
Autor: VIRAI Arquitectos
Laila Arias Hofman, Juan Manuel Herranz, Marta Parra, Federico Wulff
Colaboradores: Noelia de la Red, Rodrigo Aragón
Localización: Logroño, La Rioja, España
Cliente: Gobierno de la Rioja
Fecha de concurso: Mayo 2000
Edificios: 6.816 metros cuadrados (5.324 útiles)
Bodega: 5.275 metros cuadrados (3.966 útiles)
Edificio administrativo: 1.540 metros cuadrados (1.358 útiles)
Zonas exteriores: 4.819 metros cuadrados
P.E.M.: 4.557.000 Euros
Plazo de final de obras: 2010
El proyecto
Una cubierta inclinada que asoma suavemente por encima del bosque, invita al visitante a imbuirse en una atmósfera de uva y producción de vino. Sobre el zócalo semienterrado y pétreo del área de producción se asienta el volumen ligero, de madera y vidrio, que aloja el área institucional, estableciéndose entre ambos un diálogo continuo.
La zona de producción, engloba la recepción, clasificación, fermentación y prensado; sala de barricas y crianza, sala de catas y almacén de producto terminado. La sala de barricas queda totalmente enterrada para aprovechar la inercia térmica del terreno. La luz y los materiales son especialmente estudiados para dar a la zona de producción una atmósfera, protección, concentración, oscuridad y silencio. Conectado espacialmente, y en la zona de alta pendiente, se encuentra el ámbito institucional. Contiene un espacio de recepción, salón de actos y un área expositiva con vistas al pantano de La Grajera y a los viñedos. En esta zona se ha buscado un tratamiento más liviano y elegante. Materiales como el vidrio y la madera contribuyen a la ligereza visual y espacial.
La importancia del recorrido
Los recorridos son determinantes en la configuración final del proyecto. Han sido diseñados, no sólo para la correcta producción vinícola, sino también para funciones didácticas e institucionales.
Tras acceder por el pabellón institucional a través del vestíbulo principal, los visitantes se dirigirán hacia la zona productora, donde observarán plantaciones de vides autóctonas. A continuación se accede a las áreas de recepción, selección de uvas, zona de prensado y zonas de depósito. La luz se va atenuando y la temperatura refrescando. Los visitantes caminarán sobre una plataforma elevada hasta llegar a las salas de barricas. Tras una pequeña parada en la sala de catas, se continuará hacia el tren de embotellado, dormitorio de botellas y almacén de producto acabado. Una galería conducirá de nuevo hacia el área expositiva del el edificio institucional, abriéndose hacia el paisaje y formando definitivamente parte de él.
El edificio se convierte en icono y presagio de lo que se trama en su interior, un gran vino.
NOTA: La ubicación geográfica de esta obra no es exacta y tan solo representa su localización en la macro escala. Si conoces la localizacion exacta, puedes colaborar con arquiTOUR y hacernosla llegar a través del formulario de contacto.