Localización: Las Rozas- Madrid
Fecha del proyecto: Diciembre 2005
Fecha de finalización de la obra: Junio 2008
Autor del proyecto: Antón García- Abril
Arquitectos colaboradores: Elena Pérez, Débora Mesa - Ensamble Studio: Jorge Consuegra, Marina Otero, Ricardo Sanz
Arquitecto técnico: Javier Cuesta
Promotor: Hemeroscopium
Empresa constructora: Materia Inorgánica
Superficie: 400 m²Hemeroscopium es el lugar para los griegos donde se pone el sol. Es una alusión a un lugar que no existe más que en los sentidos, que se mueve y sin embargo es un lugar real. Se acota por las referencias del horizonte, por los límites físicos, se define por la luz y ocurre en el tiempo.
La casa Hemeroscopium atrapa un espacio domestico, y un horizonte lejano. Y lo hace con un ejercicio de equilibrio inestable de estructuras que envuelve el recinto de habitación permitiendo que la visión escape. Y lo hace con estructuras pesadas, a grandes trazos, para que su disposición provoque la acción gravitatoria que mueve el espacio, y así define el lugar.
El orden de apilamientos estructurales genera un helicoide que parte de un apoyo estable, la viga madre, para ir desarrollándose en sentido ascendente con estructuras cada vez mas ligeras hasta cerrar la secuencia con un punto que culmina el sistema de equilibrio. Son siete elementos cuyos encuentros responden a su naturaleza constructiva, a sus solicitaciones, y sus esfuerzos expresan su condición estructural. Con ello la casa se torna aérea, ligera, transparente, y el espacio que ha llenado su interior gira con la vida. La aparente simplicidad de sus encuentros exige una compleja ingeniería gracias al armado, y al pretensado y postensado de los aceros que cosen el alma de las vigas. Un año de ingeniería para construir la estructura en siete días, gracias a una total prefabricación de las partes y una cadencia de montaje perfectamente coordinada por un guión técnico. Todo nuestro esfuerzo para desarrollar la técnica en busca de un espacio concreto. Y así surge un lenguaje sorprendente, donde la forma desaparece dejando paso al espacio desnudo. La casa Hemeroscopium materializa el cúlmen de su equilibrio con lo que en Ensamble Studio llamamos con ironía el punto G, veinte toneladas de granito, expresión de la fuerza de la gravedad y contrapeso físico de toda su estructura.